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miércoles, 3 de abril de 2013


Método experimental
También conocido como hipotético-deductivo, pasa por tres fases:
Elaboración de hipótesis precisas acerca de aquellos aspectos de la realidad que constituyen el objeto de estudio. A partir de las hipótesis el investigador saca ciertas deducciones, finalmente se deberá comprobar de forma empírica la validez de su hipótesis y deducciones mediante la realización de estudios específicos a los que se denomina experimentos.
Los experimentos pueden ser definidos como situaciones artificiales y totalmente controlados por la observación y permiten la contrastación empírica de hipótesis sobre la relación de causalidad.
La capacidad de un experimento para contrastar hipótesis causales viene definida por la posibilidad de manipular de forma reversible ciertas variables (VI), también por el control de otras variables y por la observación y medida de los cambios que la manipulación de las variables independientes producen en las variables que desea explicar (VD)
Método comparativo
La utilización del método comparativo nos permite comprender cosas desconocidas a partir de las conocidas, explicarlas e interpretarlas, señalar conocimientos nuevos o resaltar lo peculiar de los ya conocidos, así como sistematizar la información enfatizando las diferencias.
Sin embargo para aplicar el método comparativo es necesario que exista un objetivo específico, de otra manera no existe como tal. La comparación debe realizarse entre entes que tengan similitudes y diferencias para tener un punto válido de partida.
La aplicación del método implica la clasificación del universo en clases. A menor número de clases, mayor será la variación intra-clase. Por el contrario, mientras mayor es el número de clases, menor es su variación interna.
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