”CONTRIBUCIÓN A LA CRÍTICA DE LA ECONOMÍA POLÍTICA”

El materialismo histórico deja ver que la historia del hombre en sociedad comienza con el trabajo es decir cuando el hombre tiene relación con la naturaleza y con otros individuos, de este modo las fuerzas productivas,  que es cuando el hombre comienza a transformar a  la naturaleza para cubrir sus necesidades, se vuelven el fundamento de la historia y no sólo la deja en posición de narrar las cosas, sino que conforme estas fuerzas productivas van evolucionando la historia se va construyendo.

Las fuerzas productivas se dividen en: relaciones productivas y medios de producción que generan, los modos de producción,  estos modos de producción forman lo que Marx llama “la estructura, la base material, lo que es”  que a su vez determina la “superestructura, la conciencia social, lo que se cree que es”.  La clase burguesa, que es la poseedora de los medios de producción queda posicionada dentro de la superestructura porque pueden construir una ideología basándose en el antagonismo de que solo poseen los medios de producción mas no la fuerza de trabajo que es en si lo que tiene valor, es decir por medio de la ideología “se justifica su propia estructura material de explotación” (Silva, 1978)

La historia se convierte en real en el momento en el que el hombre se distingue de otros animales al ser capaz de producir objetos para satisfacer sus necesidades y aquí comienza un circulo vicioso en el que al cubrir estas primeras generan se van generando otras que por su parte también van a necesitar de instrumentos productivos y mas relaciones productivas para poder realizar un intercambio de mercancías y así construir un sistema social en el que tiene lugar la estructura y la superestructura.  Por último la base de todo este proceso de trabajo es el hombre porque crea las necesidades y a la vez las satisface por medio del trabajo productivo.